Las parejas unidas por un vínculo fuerte sufren mucho menos la infidelidad sexual

20minutos.es 03.02.2010

Los psicólogos científicos Kenneth Levy y Kristen Kelly, miembros de la Universidad Estatal de Pennsylvania (EEUU), han puesto en duda la base de estudios anteriores, según los cuales, los varones son más intransigentes ante la infidelidad sexual que frente a la emocional, mientras que las mujeres perdonan antes esos deslices que los que implican sentimientos.

Un estudio, publicado en la revista Psychological Science, dice que estas diferencias van más allá de los sexos femenino y masculino y de las teorías evolutivas y que están más relacionadas con el tipo de vínculo (sexual o afectivo) que rige en la pareja.

Según estudios anteriores, la mayoría de los hombres se ponen más celosos ante una traición sexual que una sentimental por razones evolutivas. Los varones habrían desplegado durante miles de años una vigilancia extrema sobre el comportamiento sexual de su pareja debido a la imposibilidad de estar seguros al 100% de la paternidad de los hijos.

Las mujeres, en cambio, habrían estado más preocupadas de que su compañero se comprometiese en la crianza de la familia.

Pero estos investigadores dicen ahora que eso no es así, debido al gran número de varones que, al igual que la mayoría de las mujeres, encuentran más angustiosa la traición emocional que la sexual.

Relaciones románticas

Para realizar su trabajo los especialistas contaron con una muestra de 416 individuos (99 hombres y 317 mujeres) a los que sometieron a una serie de cuestionarios y pruebas para valorar ante qué tipo de infidelidad se sentirían más heridos. Además, también se determinó el nivel de vinculación o de implicación emocional de los participantes en las relaciones románticas.

Los especialistas llegaron a la conclusión de que el grado de confianza en la pareja y los lazos emocionales establecidos entre sus miembros determinaban la vulnerabilidad, tanto de hombres como de mujeres, respecto a una u otra clase de traición.

Mientras algunas personas establecen relaciones basadas en la seguridad, otras tienden a rehuir la necesidad de establecer vínculos estrechos. Los psicólogos consideran esta confianza en sí mismos, casi compulsiva, como una estrategia defensiva contra la vulnerabilidad que les provocarían unos sentimientos profundamente arraigados.

Al analizar los cuestionarios, los autores llegaron a la conclusión de que quienes anteponían su autonomía frente al compromiso (mayoritariamente hombres), se mostraban más angustiados por las infidelidades sexuales que por las emocionales, mientras que las mujeres y hombres que se entregaban de forma estable a las relaciones, revelaban un mayor sufrimiento ante una traición afectiva que a causa de una infidelidad carnal.

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